lunes, 11 de noviembre de 2013

El desafío de los 30 días - día 11

11 de noviembre: El personaje favorito que has llevado

Como siempre que he hablado en este blog de mi personaje favorito, os he hablado de Krito, mi bardo de Rohan de El Señor de los Anillos, hoy voy a romper una lanza a favor de mi primer personaje de rol, perteneciente a Vampiro La Mascarada, y al que también recuerdo con mucho cariño.

Jean Paul Greyre era un joven de provincias sin posibles, de mediados del siglo XIX, que viajó a París en busca de un futuro mejor y consiguió entrar como ayudante en el taller de Paul Delaroche, uno de los más destacados pintores románticos de principios de siglo.

En 1843, el pintor suizo Charles Greyre llega al taller de Delaroche, y empieza a dar clases nocturnas dos veces por semana. Bajo su mano, aprendieron personajes de la talla de Monet o Renoir, y decidió tomar también como discípulo a Jean Paul. Lo que nadie sabía era que Charles Greyre era un vampiro y que pronto, impresionado por sus incipientes capacidades artísticas, convirtió a su discípulo también en uno de ellos en 1845. 

Se dice que Greyre hizo en vida 683 obras, aunque en realidad algunas fueron de Jean Paul, que había adoptado el apellido Greyre. Esto era bastante común entre artistas noveles, que tomaban el nombre del taller para el que trabajaban. Oficialmente, Charles Greyre murió en 1874, de repente, durante una visita a una exposición de arte, pero hay mucho más de lo que parece detrás de ese fallecimiento.

En la década de 1870, Paris era una ciudad esplendorosa y la  hegemonía del Príncipe de Paris, François Villon, parecía sólida, pero siempre hay alguien esperando un momento de crisis para hacerse con el poder, y la Guerra Franco-Prusiana, se dice que instigada por Gustav, el Príncipe de Berlín, como venganza por los saqueos de obras de arte por parte de los toreadores franceses en su país durante las Guerras Napoleónicas, fue el detonante.

Villon anunció que estaba dispuesto a acoger en la capital francesa a los vampiros más meritorios y prometedores de las provincias, concediéndoles puestos en la administración vampírica de la ciudad, sin tener en cuenta su generación ni la antigüedad de su presencia en la capital. Esta política le permitió debilitar el poder de las provincias privándolas de sus vampiros más destacables, así como crear una división en París entre los antiguos establecidos y los jóvenes arribistas y ambiciosos. Pero para los conservadores Ventrue de París, esta política era una provocación y sin ningún tipo de advertencia ni negociación con el Príncipe, provocaron una revuelta en las calles de la ciudad.

Los anarquistas incitaron a la población parisina a tomar el poder en la capital y varios Toreador de alta posición perecieron durante los tumultos de la Comuna de París, entre ellos Charles Greyre. Jean Paul sobrevivió pero cayó en el letargo. Finalmente, mientras las tropas francesas entraban en París y realizaban una represión sangrienta y brutal, fueron declaradas varias Cazas de Sangre sobre los líderes anarquistas más radicales y después de unos meses, su influencia en París fue reducida a la nada. 



Desde entonces, la supremacía del Príncipe de Paris ha sido incuestionable, incluso en 1968 cuando los Brujah se implicaron en el movimiento estudiantil e intentaron hacerse con el poder. Aunque ya existía un clima de descontento sin su intervención, los anarquistas lo empeoraron mediante intervenciones mínimas que permitieron acelerar un acontecimiento por otro lado, inevitable, provocando respuestas policiales más violentas. Fue durante las revueltas, cuando Jean Paul salió de su letargo, pero el Paris de la segunda mitad del siglo XX poco tenía que ver con el que él recordaba, y tras unos años, ya en los 70, decidió marcharse a Nueva York, que se encuentra en plena efervescencia artística postmoderna.

Jean Paul era un toreador bastante clásico, hedonista y vividor, que todavía intentaba mantener ciertos habitos humanos a pesar de ya no serlo. Para introducirlo en la crónica de vampiro ya iniciada para la que hice el personaje, planteamos que tenía amistad con el personaje que usaba Alkalid Nualdir, una ventrue de Nueva York, adinerada y muy relacionada con el mundo de las artes, que buscaba a su sire desaparecido. Pero esa, es otra historia...

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